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9 de cada 10 mujeres están mal informadas sobre mamografías!!!



Vender la detención del cáncer puede ser fácil. Así lo describe un editorial en la Revista del Instituto Nacional del Cáncer JNCI, titulado “Los números son necesarios para decidir”. Habla de una fórmula de como provocando el miedo al exagerar los riesgos, ofrece esperanza, por los beneficios de la detección temprana y por el conocido mantra: “la detección temprana es la mejor protección”. Todo esto, por supuesto, sin mencionar los daños causados ​​por el examen. Esta táctica funciona especialmente cuando hablamos de cáncer, ya que ningún otro diagnóstico es tan temible como este.

La detección genera beneficios, pero puede generar daños, por eso es tan importante transmitir la idea de, que la detección no siempre ayuda y que incluso puede ser perjudicial. Las encuestas muestran que la mayoría de las personas creen que la detección del cáncer es casi siempre una buena idea y pocos creen en la posibilidad de su perjuicio.

La mamografía es la prueba de detección del cáncer que más se ha estudiado. En los pasados 50 años, más de 600,000 mujeres han participado en 10 ensayos aleatorios y resulta irónico que continúen siendo uno de los temas más polémicos dentro de la comunidad médica, lo que sugiere, que hay una decisión cercana entre los beneficios y los daños. Todo esto sucede, sin incluir en este debate a las industrias multimillonarias involucradas, donde participan los fabricantes de mamografías y los radiólogos que las leen. También como hablamos en la publicación anterior, las contradicciones de cuando realizar las mamografías, donde algunas sugieren comenzar a los 40 años; otros a los 50, otros todos los años, también cada dos años, otros no rutinarios y la creciente preocupación de que estos conflictos nazcan producto de intereses financieros y emocionales.

Expertos coinciden que la mamografía tiene algún beneficio, aunque este haya sido exagerado, lo cual no significa que no salvan vidas, o que las mujeres no deberían hacerlos, pero continua la pregunta: ¿los beneficios superan a los riesgos?. Ante esta pregunta y siendo las mujeres bombardeadas con tanta información, podría pensarse que conocieran todos los hechos, sin embargo nada está más lejos de la realidad, 9 nueve de cada 10 mujeres encuestadas sobrestimaron enormemente los beneficios, o no tenían idea, pero esto, no es culpa de las mujeres sino del sistema que obviamente las ha mal informado. Alguna de las mujeres encuestadas ni siquiera parecía entender el concepto básico de la prueba y pensaba que de alguna manera ayudaban a prevenir el cáncer. Todo esto crea dudas sobre la información que manejan las mujeres y donde simplemente se les dice lo que deben hacer, pero no cuentan con la información necesaria para tomar decisiones informadas. Este paternalismo y la cultura del lazo rosa, muestran que casi todas, tienen la falsa impresión del beneficio de detección de mamografía y donde lo sorprendente, es que las que consultaron a sus médicos y leyeron información de salud, estaban peor informadas y mal informadas por sus propios doctores. Engañar a las mujeres, intencionalmente o no es un grave problema y deberían recordárseles a los sistemas médicos, que estos funcionan para los pacientes y no de la otra forma. No debemos cegarnos a solo vender exámenes, sino proporcionar las estadísticas necesarias para que las mujeres decidan por sí mismas. Esa es la razón de estas publicaciones ya que existe mucho en juego, porque las vidas de las mujeres cuelgan en esta balanza.

https://academic.oup.com/jnci/article/101/17/1163/909985

 
 
 

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