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La Vitamin C intravenosa y sus poderes curativos...


La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es un nutriente soluble en agua que se encuentra en algunos alimentos. A diferencia de la mayoría de los mamíferos y otros animales, los humanos no tenemos la capacidad de sintetizar la vitamina C y debemos obtenerla de la dieta.

En el cuerpo, la Vitamina C, actúa como un antioxidante, ayudando a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Los radicales libres son compuestos que se forman cuando nuestros cuerpos convierten los alimentos en energía, también son causados por el medio ambiente, el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la luz ultravioleta del sol, entre otros. Estos radicales libres, son átomos que cuentan con un electrón desparejado en su composición y para intentar conseguir estabilidad, roban electrones a otros átomos que, a su vez, pasan a convertirse así en radicales libres. Esta reacción en cadena provoca la destrucción de las células, de manera que los radicales libres son uno de los principales responsables del envejecimiento prematuro y de la aparición de enfermedades degenerativas, tales como arteriosclerosis, diabetes, cáncer, cataratas, patologías inflamatorias o alzhéimer, ectcetera. No obstante, tener una pequeña cantidad de radicales libres, es totalmente normal y no supone ningún riesgo para la salud, ya que el organismo dispone de los medios necesarios para mantenerlos bajo control. El problema se presenta cuando esos pocos radicales libres generan otros nuevos y el número comienza a crecer hasta el punto que nuestras defensas antioxidantes se ven superadas y entramos entonces en un estado peligroso para la integridad de la célula que pone en riesgo nuestra propia vida y donde las únicas sustancias capaces de contrarrestar su número son los antioxidantes, cuya misión es la de donar desinteresadamente el electrón que necesita el radical libre para conseguir su ansiada estabilidad y así neutralizarlo, evitando que circulen libremente por el organismo y causen perjuicios a la salud.

Antioxidantes y radicales libres son pues fuerzas antagónicas en una eterna lucha de la cual depende la vida de la célula. Cuando los radicales libres comienzan a ganar esa batalla, la insuficiencia de antioxidantes debe ser compensada, bien por el propio organismo o por ayuda exterior. Y es aquí como llegamos al tratamiento alternativo del uso de la Vitamina C intravenosa.


Dr. Linus Carl Pauling, uno de los precursores más famosos del tratamiento de vitamina C en dosis altas, bioquímico y activista por la paz, ganó dos Premios Nobel y fue catalogado como uno de los 20 mayores científicos que han existido. A pesar de ser un científico respetado, la comunidad médica refutó firmemente sus observaciones sobre la vitamina C y fue altamente ignorado por la medicina convencional y la ciencia nutricional. Pauling sostenia afirmaciones controversiales acerca de los poderes curativos de la vitamina C, entre los cuales se encontraba el cáncer y las enfermedades cardíacas. Falleció en 1994, sin embargo, el interés por la vitamina C no murió con él. El Dr. Ronald Hunninghake, jefe médico de la Clínica Riordan, centro de investigación sin fines de lucro, laboratorio clínico y práctica de medicina funcional por más de 30 años, es un experto internacional en Vitamina C intravenosa y ha supervisado más de 75.000 administraciones intravenosas de vitamina C, y quien probablemente es la persona que más sabe de Vitamina C en el mundo. Siguiendo los pasos del Dr. Hugh Riordan y sucesor del trabajo realizado por el Dr. Linus Pauling, descubrió que la mayoría de los pacientes con cáncer tenían deficiencia de vitamina C, especialmente aquellos que se encontraban en etapas avanzadas del cáncer y realizó un proyecto de investigación de 15 años de duración llamado RECNAC (cáncer escrito al revés). Su investigación innovadora de cultivos celulares mostró que la vitamina C tenía una actividad citotóxica selectiva contra las células cancerígenas.

Las células cancerígenas, dependen de la glucosa como su fuente principal de combustible metabólico y utilizan los mecanismos de transporte para recoger activamente la glucosa. La forma molecular de la vitamina C es notablemente similar a la glucosa. Las células de cáncer trasportan activamente la vitamina C hacia sí mismas, debido a que la confunden con la glucosa o porque la utilizan como antioxidante. La vitamina C es selectivamente citotóxica para las células cancerosas cuando se administra por vía intravenosa (IV) en dosis altas. En estas concentraciones inusualmente grandes, comenzarán a comportarse como un prooxidante, conforme interactúa con el cobre y el hierro intracelular. Esta interacción química produce pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno y como las células cancerígenas tienen una cantidad relativamente baja de una enzima antioxidante intracelular llamada catalasa, la inducción del peróxido por la dosis alta de vitamina C continuará acumulándose, hasta que eventualmente rompa la célula de cáncer de dentro hacia afuera. Es casi como una bomba inteligente o una droga inteligente en el sentido de que fortalecerá sus mecanismos de protección básicos de las células sanas, pero atacará a las células tumorales invasoras. Esto convierte efectivamente a una dosis alta de vitamina C intravenosa en un agente quimioterapéutico no tóxico que puede suministrarse en conjunto con los tratamientos convencionales contra el cáncer.

El protocolo Riordan IVC no se aconseja como una terapia independiente, creemos que se utiliza mejor en conjunto con cualquier tipo de tratamiento que se esté recibiendo sea este convencional o no. Muchos oncólogos todavía piensan que la IVC es solo un antioxidante a neutralizar los efectos de la quimioterapia, mientras nuestra investigación nos dice lo contrario. La vitamina C protege las células sanas y ayudará a que la quimioterapia ataque a las células cancerosas mejorando la calidad de vida. La negación a utilizarlo pueden ser factores financieros, ya que los tratamientos oncológicos convencionales son extremadamente caros mientras que la vitamina C intravenosa es relativamente barata. La medicina convencional, como regla general, está completamente desinteresada en soluciones que no produzcan beneficios financieros.

El uso de la Vitamina C intravenosa es un fenómeno mundial que se expande a través del mundo. Pero cuando hablamos de aplicación, los doctores expresan que tiene que ser individualizada, dependiendo del tipo de enfermedad. Si hablamos de cáncer, debemos saber su fase, si está avanzado podría necesitar una dosis más alta. No es un protocolo solo de Vitamina C intravenoso; y por eso lo llamamos tratamiento adjunto ya que cada caso es diferente y aunque no seamos fanes número uno de la quimo o radiación deben trabajarse unidos, para lograr obtener un mejor resultado. Cada paciente es diferente, tienen diferentes dietas, diferentes enfermedades, diferentes cargas de estrés oxidativo, diferentes cánceres; incluso el mismo tipo de cáncer puede estar en diferentes etapas en diferentes personas. Utilizamos esa información para ayudarnos a guiar nuestra terapia para asegurarnos de que estamos administrando una dosis adecuada para cada paciente.

Como siempre, al final mi misión es dejarle saber a la gente que existe más opciones que se pueden escoger y que debemos educarnos sobre ellas, saber en que nos estamos metiendo y saber que esperar de ellas. Si lo aceptamos, saber qué más podemos hacer por nosotros mismos, que nos puede ayudar. Sabemos que la alimentación, estilo de vida, tratamientos integrativos, actitud, estrés, suplementos nutricionales, etc. La Clínica Riordan ofrece, medidores de nutrientes, donde la idea es llenar esos espacios vacíos de nutrientes requeridos, Vitamina D, cuidado de la tiroides, minerales, zinc, detoxificación, magnesio, etc; y al final en lo que yo me enfoco y ellos comparten, TENER UNA RAZON PARA VIVIR, ya que sin importar que tratamiento estés aplicando, no surtirá efecto porque el cáncer es una enfermedad difícil y sin una buena razón no lo podrás lograr.

Para finalizar, les comparto que yo he usado la vitamina C intravenosa como parte de mi tratamiento y soy testigo de los cambios, más que en mí en las personas que he conocido. A pesar de mi diagnóstico y mi tipo de tumor que no es tan agresivo, de mi actitud, mis cambios alimenticios y cambio de estilo de vida, mi familia, mis amigos, mis razones para vivir, mi fe y la lista continua, llevo una vida normal y me siento súper y estoy segura que la suma de todo lo anterior es parte de sentirme así, pero he sido testigo de ver como personas han casi renacido después de haber recibido la infusión de vitamina C, así que comparto esta experiencia personal con ustedes. Sigamos intentándolo, un paso a la vez…

 
 
 

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